lunes, 24 de febrero de 2014

Cáceres ¡cuántas torres desmochadas!


“……….Abultar en el espacio no supone crecer………..Y Cáceres me responde, entonces, ...... que todo lo importante se deriva de una gran idea: la sola idea de que la vida debe ceñirse siempre y en todo lugar a la medida del hombre” (Carlos Marzal,  ganador del VI Premio Internacional de Periodismo de la Fundación MCCB por La Muralla Elocuente).
La reina Isabel I de Castilla ordenó en el siglo XVI desmochar las torres palaciegas de los aristócratas cacereños para someterlos a su autoridad y cortar las escaramuzas entre ellos; recientemente, el Cáceres 2016 y el Corte Ingles han desmochado las ilusiones de miles de cacereños que aguardábamos su venida  con ilusión y esperanza; ¿es que no tenemos los cacereños derecho a soñar, a imaginar un futuro de progreso sin que alguien desmoche nuestras expectativas?

Nuestra alcaldesa anunció hace días, durante la entrega del premio periodístico arriba citado en la Fundación MCCB, que pronto se abrirán al turismo el oratorio de San Pedro y la Torre de las Cigüeñas, emblemática esta entre nuestras muchas torres desmochadas, no todas de piedra,  que someten e hipotecan nuestro ánimo e inmediato futuro bajo el yugo de decisiones normalmente ajenas al sentir del pueblo llano cacereño.
En el caso del Corte Inglés, dicen sus ejecutivos que decidieron no instalarse en Cáceres en octubre de 2012, y esta noticia me suscita sorpresa, dudas e interrogantes, sobre todo porque nuestro ayuntamiento ha mantenido abierto el expediente hasta ahora, y porque se que los promotores han continuado en 2013  con el proyecto, intentando conseguir la financiación bancaria millonaria que el déficit y la crisis han desanimado. ¿comunicó el Corte Inglés a los promotores la cancelación del acuerdo de instalación en la ciudad? ¿cuándo? ¿se participó al ayuntamiento, por parte de los promotores o de la propia entidad comercial,  con la que siempre creímos que nuestros ediles estaban en contacto?

Parafraseando a Marzal, ¿no era este un sueño a la medida de los hombres y mujeres cacereños? Parece ser que la crisis ha hecho rectificar las previsiones y planes de los que evaluaron el proyecto en 2005/06. ¿o acaso hubo errores de cálculo por parte de los suscriptores del acuerdo inicial?. La disminución del negocio comercial, inmobiliario y bancario provocado por la crisis, nos ha dado una nueva torre desmochada, el Corte Inglés, que ahoga nuevamente nuestros anhelos e ilusiones compartidos.
Recuerdo que el director general de patrimonio de la Junta de Extremadura y servidor comentamos la posibilidad de ofertar a tal fin el vetusto edificio Múltiples cacereño, hoy en venta, pudiendo trasladarse a un edificio moderno de nueva planta a construir en la parcela del parque móvil; “el Corte Inglés tiene que hacerse en la parcela de Carmelitas”, me respondió quién regía el ayuntamiento cacereño en aquel momento,  coincidiendo con  “es el sitio elegido por don Isidoro Alvarez”, que me dijo privadamente alguno de los promotores…..quizás si hubiéramos explorado entonces estas otras alternativas al patio de las Carmelitas, hoy tendríamos en uso los grandes almacenes ahora desmochados, además de otro Múltiples más moderno, funcional y accesible.

¿y ahora qué? No miremos a Cáceres solo desde nuestras desmochadas torres, y seamos capaces de imaginar otra visión y reconstruir entre todos lo que otros desmocharon y truncaron. Urge que nuestro Pleno ayuntamiento analice, sopese y valore lo actuado y comprometido en el proyecto del Corte Inglés, modificando cuanto sea necesario en función de las nuevas circunstancias sobrevenidas y fijando nuevos objetivos y metas estratégicos, de interés general para los cacereños en el marco del modelo de ciudad en el que mayoritariamente queramos convivir y nos podamos permitir.


http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/caceres-cuantas-torres-desmochadas_788823.html

viernes, 7 de febrero de 2014

Tejer y destejer impuestos


 
En el año 2015 se iniciará la reforma fiscal, y desde Valladolid el presidente Rajoy ha justificado esta decisión en el cambio de tendencia de la economía, lo que le permite pensar en la reforma para disminuir la carga fiscal que, dice, se ha visto conminado a incrementar desde su llegada a La Moncloa, a causa de la crisis (que nos lo digan a los españolitos).
 

¿porqué una reforma fiscal en 2015? Además de la explicada por el presidente, podemos intuir otras razones adicionales, pues esta no parece justificar el hecho de que la comisión de expertos creada en julio de 2013 para desarrollar el contenido de la reforma, agote plazo en febrero para presentar su propuesta ¿en el momento de su creación ya se sabía que a comienzos de 2014 podría publicitarse el ansiado cambio de tendencia? Algunos argumentan que si, dado el comportamiento cíclico de la economía, pero mucho han mudado y especulado los mercados globales desde que Nikolai Kondratieff  elaborara su conocida teoría de los ciclos, de los que definió 3 tipos (cortos, intermedios y largos). Yo me arrimo más a creer que el anuncio estaba marcado en otra hoja de ruta, dibujada por razones de marketing electoral (ya saben, cada cuatro años celebramos carnaval democrático).

 Ya hay filtraciones de la propuesta que ultima la citada comisión, y la asociación de asesores fiscales también ha elaborado su oferta de reforma, propugnando medidas en cuanto al tratamiento impositivo y consideración de rentas de trabajo, sociedades, rentas inmobiliarias, dividendos, planes de pensiones etc.
 
En tanto conocemos la propuesta definitiva y que parte de la misma asume el gobierno, quiero compartir esta reflexión sobre la finalidad y consecuencias de la reforma de la fiscalidad española; creo que habría que ir hacia una estructura fiscal que priorizara los impuestos directos para gravar  de manera progresiva las rentas obtenidas, disminuyendo el peso de impuestos y tasas indirectos que gravan el consumo sin considerar nivel o tipos de ingresos recibidos, cayendo de manera implacable sobre el ciudadano de a pie sin tener en cuenta si trabajamos o estamos parados, si tiramos basura o rebuscamos en el contenedor, si tenemos calefacción central o no nos llega para encender el brasero, si coleccionamos obras de arte o no nos alcanza para dar libros de textos a nuestros hijos, si tenemos tarjeta y número pin o nos ponemos a la cola de reparto de alimentos solidarios. ¿¿cómo justifica el Ministro de la Electricidad el teatrillo representado con las eléctricas, que se baje el tipo de consumo y el gobierno nos suba a todos el término fijo de potencia??

 La reforma impositiva también ha de cambiar la filosofía fiscal  en cuanto a la definición y tratamiento del fraude, de la evasión de capitales y de las rentas especulativas; catalogar los patrimonios que pueden integrarse en las SICAVs (mal utilizadas para enmascarar ingresos y productos que deberían ser objeto de imposición directa); favorecer el ahorro orientado a  la economía productiva y la creación de empleo como instrumentos de generación de renta y de sostenibilidad del propio sistema fiscal, eliminando en suma la dejadez, desregulación o consentimiento actuales de la actividad económica sustentada en la especulación y manipulación del precio de las cosas.


martes, 4 de febrero de 2014

La Transparencia, algo más que un tablón de anuncios en internet


 
El Gobierno destinará 600 mil euros a publicidad institucional de la Ley de Transparencia, durante los meses de junio a diciembre de 2014. Hay que dar a conocer la nueva Ley, okey, pero para que nazca con buen pie, habría que sacar a la luz criterios, objetivos, presupuestos y fines barajados en el Consejo de Ministros para esta campaña de difusión de citada ley ¿no les parece?

Casos como el escándalo Nóos; la trama Gürtel, que une a empresarios y políticos en una red de regalos, dinero y adjudicaciones; los papeles de Bárcenas y la supuesta contabilidad B del partido en el Gobierno; el caso de los sindicatos con los ERE, etcétera, demuestran la pérdida de valores de la madre patria, que se refleja en las actitudes y en el comportamiento generales y en nuestro descrédito ante el resto de Europa. ¡¡ es que no es para menos,  somos el segundo país que más desciende en el índice de corrupción  que elabora Transparencia Internacional, después de Siria!!

Ello provoca que la Comisión Europea considere, como casi todos nosotros, un importante paso adelante la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno aprobada en España en diciembre de 2013 , pero también insuficiente y muy mejorable, porque no garantiza suficientemente la independencia  de su mecanismo de control y no incluye a todas las instituciones públicas; pero a pesar de todo, considero que hay que iniciar el camino, e irlo recorriendo sin prisas, pero sin pausas.

Estoy de acuerdo con la Comisión Europea: los órganos de control de la transparencia y el buen gobierno han de ser independientes de los sometidos a control, o estaremos ante la crónica de otro fracaso anunciado; igualmente, esta ley ha de aplicarse a todos los organismos sostenidos o subvencionados por fondos públicos, no sólo a los sujetos al derecho administrativo ¿porqué establecemos excepciones?, ¿porqué no incluir en los Consejos de Transparencia y Buen Gobierno a representantes elegidos por los movimientos ciudadanos?

Además de transparencia total en el manejo de los fondos públicos,  con el tiempo deberemos aumentar nuestro nivel de exigencia en cuanto a  BUEN GOBIERNO, así como en cuanto al rigor y ejemplaridad de los controles para su medición y en el establecimiento de sanciones para los casos de MAL GOBIERNO; habremos de analizar y justificar el porqué y para qué de todos los SERVICIOS, INSTITUCIONES Y POLÍTICAS PUBLICAS y rendir cuentas responsablemente de sus éxitos y fracasos (las instituciones, políticas y convocatorias públicas no han de perseguir fines ajenos al interés común, como pueden ser intereses de castas u oligarquías dominantes o intereses electorales) e incluso de su inutilidad funcional.

Un último reto, por ahora: ¿nos atreveremos a definir como infracción inhabilitadora un determinado nivel de incumplimiento de los programas electorales,  cual contratos entre políticos y ciudadanos?