martes, 29 de abril de 2014

ARIAS CAÑETE O LAS ELITES MACHISTAS



Elena Poniatowska  es la cuarta mujer galardonada con el Premio Cervantes, creado en 1976; en su discurso, se refirió a sus tres colegas premiadas antes (María Zambrano, Dulce María Loynaz y Ana María Matute) como “las mujeres de Cervantes”,  en una emotiva  disertación en la que habló del sufrimiento de la mujer.

Y sobre todo habló de aquellos a los que ha elegido dar voz como periodista: los que están al otro lado del poder financiero, los excluidos y los desheredados. Niños, mujeres, ancianos, enfermos y estudiantes caminan al lado de Elena, que busca ir más allá de su propia vida, poniéndose en el pellejo de los otros, comprometida con los sin tierra y con las mujeres.

Casi al mismo tiempo, el candidato a eurodiputado Arias Cañete ha manifestado que “a las mujeres hay que utilizarlas como el regadío, con mucho cuidado, que le pueden perder a uno”, demostrando un desprecio machista absoluto por la dignidad humana de las mujeres y su capacidad intelectual.

Estas palabras no sorprenden en Cañete, un señor bien, casado con una señora bien, con amigos elitistas y negocios diversos que le permiten vivir muy bien, y significa bastante que no hayan sido desmentidas ni corregidas  por el PP, lo que viene a corroborar que este partido  no  defiende la igualdad de género, como también lo demuestra que Gallardón no considere a la mujer como persona adulta, capaz de adoptar decisiones libres y responsables respecto a su maternidad.


En España, los recortes del Gobierno para bandear la crisis y el déficit público,  coloca a las mujeres como víctimas, pues el desmantelamiento de los servicios públicos, de los servicios para el cuidado de los mayores dependientes, los recortes de ayudas y becas a comedores y la no creación de plazas de escuelas infantiles entorpecen la corresponsabilidad familiar  y obligan a madres y abuelas a asumir forzosamente el papel de cuidadoras en las familias. 

Este comportamiento supondrá la exclusión de la mujer del ámbito laboral, conviniendo señalar que durante 2013 la tasa de actividad de las mujeres ha disminuido por primera vez en 40 años: 64.075 mujeres activas menos que en 2012. 

En cuanto a medidas para la erradicación de la Violencia de Género también se observa la pérdida de importancia por parte del partido gobernante; han sido asesinadas 26 mujeres a manos de sus parejas en los tres primeros meses de 2014, por lo que no es justificable el recorte de casi un 30% en los presupuestos del Estado para combatir esta lacra social contra las mujeres.