martes, 21 de abril de 2015

CONSTRUYENDO LA EUROPA DE LOS CIUDADANOS


Los presidentes de las comunidades autónomas de Euskadi y Cataluña han mantenido recientemente un encuentro tras el que se mostraron preocupados por la "estrategia de recentralización" que sigue el Gobierno Central “rompiendo los consensos políticos básicos alcanzados treinta años atrás" y apostaron por trabajar conjuntamente para hacer frente a este proceso desde las vías de actualización del autogobierno que vienen demandando, e insistiendo particularmente Urkullu  en los “valores de paz y convivencia, humanismo, esfuerzo e identidad para poder seguir progresando, desde un fundamento radicalmente ético y absolutamente legal, de acuerdo al sentir social mayoritario”.

Según ambos dirigentes, el Estado español sufre una "crisis institucional del modelo de Estado" y estamos ante "un momento de cambio en el Estado y en Europa", que hacen necesario dejar atrás el "fallido Estado de las autonomías" y construir una "Europa de estados plurinacionales";  y llegando aquí es donde creo que tenían que haber suspendido el encuentro y haber invitado al resto de presidentes, autonómicos y estatal, por ser temas de importancia e interés para todos los españoles e incluso para todos los europeos.

Además de ellos dos, otros dirigentes autonómicos y muchos ciudadanos españoles podemos querer pensar que nuestro Estado pluriautonómico es ineficiente y mejorable, ya sea porque su propio nacimiento obedeciera a realidades históricas como elementos de diferenciación (no de suma para reforzar la cooperación interterritorial), o porque la percepción del funcionamiento desde todo el Estado no es mayoritariamente satisfactoria, o porque no garantiza el compromiso de todas y cada una de las 17 comunidades junto al Estado para colaborar en la sostenibilidad del conjunto. Las 18 Instituciones no trabajan en equipo, o insuficientemente, y la acción de gobierno por parte de cada una de ellas es priorizada en función de su agenda o calendario de miras localistas, que en casi ningún caso contemplan el interés general del Estado pluriautonómico y que no en pocas ocasiones perjudican los derechos de otras Comunidades Autónomas (incentivos fiscales fronterizos, balanzas fiscales, control de cuencas fluviales, etc) o incluso olvidan el objetivo del bienestar ciudadano como fin último de gobierno (cuántas veces hemos visto ignorar la demanda de un calendario estatal de vacunaciones sanitarias, por ejemplo).

En cuanto a la denunciada estrategia de recentralización del Gobierno Central, yo también alertaría de la deslocalización centralista que se ha operado en todas las autonomías,  pues el centralismo preautonómico de Madrid se ha reproducido en 17 centralismos autonómicos, dispersando, que no eliminando, el sentimiento de lejanía del poder y falta de participación social en todas y cada una de las provincias que carecen de capital autonómica. El Estado de las Autonomías ahí está y es  mejorable, y debemos solucionar sus ineficiencias en este ámbito territorial antes de lanzarlas hacia ámbitos de interlocución superiores: los proyectos europeos no serán operativos ni eficientes si exportamos, o escondemos, los errores de fases anteriores ¿quién o qué garantiza que las naciones o nacionalidades vayan a ser más representativas, comprometidas, solidarias o colaboradoras que lo fueron esos mismos territorios en el grado autonómico?

Es indudable que los dos presidentes citados ut supra creen que será posible conseguir mayores cuotas de autogobierno y capacidad de decisión a través de soluciones políticas dialogadas en un contexto europeo, más no se ofusquen: pertenecer a Europa ha supuesto hasta ahora la renuncia a importantes cuotas de autonomía de gobierno (les recuerdo que la gestión de la crisis en la UE ha sido decidida e impuesta a todos por un solo Estado miembro, Alemania, y que los griegos deciden poco por razones meramente financieras y políticas).  

Proclamar como objetivo la Europa de Estados plurinacionales, cuando  entre los Estados nacionales de la Europa en construcción tampoco existe mucha claridad para definir los intereses comunes europeos, puede ser un anhelo o sueño mesiánico en el que depositar esperanzas para escapar de los problemas de nuestras sociedades, para los que no parece que tengamos soluciones ciertas. Dudo que sea sostenible una Europa de Estados plurinacionales acordada por meras razones políticas de identidad territorial, sin que los Estados asociados consensuen previamente la dimensión humana, social y europea de todos y cada uno de sus ciudadanos. 

¿Para cuándo la Europa de los Ciudadanos?


http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/construyendo-europa-ciudadanos_866603.html

martes, 7 de abril de 2015

LA PENULTIMA LECCION MAGISTRAL


A finales del pasado marzo, en la Facultad evolucionada a partir de la antigua Escuela de Ciencias Empresariales de Cáceres se ha celebrado el día del patrón, incluyendo acto académico, entrega de distinciones a los alumnos mejor cualificados y la consabida Lección Magistral, en este caso pronunciada por el Prof. Dr. Manuel Palazuelos, recién jubilado después de un dilatado y comprometido ejercicio de la docencia en el centro universitario cacereño.

Además de autoridades y alumnos, entre el público llano hubo algunos  familiares de los alumnos receptores de las Encinas distintivas, compañeros docentes del conferenciante (entre ellos el Emérito Sociólogo) y varios alumnos de las primeras promociones (de cuando la Escuela de Empresariales nacía en la hoy en día metamorfoseada Universidad Laboral) que quisimos asistir a la última clase oficial de  Palazuelos, 40 años después de escuchar la primera.

Para la ocasión eligió el tema Crisis Económica y Crisis de la Universidad en España, un trabajo de análisis científico que fue explicando de manera pedagógica, sin pizarra en esta ocasión,  fruto de la investigación económica como metodología, seriamente elaborado por un economista que, así lo creo, considera a la Economía como una de las disciplinas de las Ciencias Sociales, y que no duda en apoyarse en la Historia real para localizar causas de origen, analizar y diagnosticar las distintas medidas adoptadas para enfrentarla y detallar los resultados contrastados en los planos socioeconómico y sociopolítico.

Los que tenemos interés en el pensamiento económico constatamos que los economistas se ocupan normalmente de las disfunciones sistémicas (paro, inflación, déficit público, estancamiento, recesiones), pero no suelen tocar el problema social de la desigualdad, transversal a las citadas disfunciones; este problema fue, en mi humilde opinión, uno de los ejes centrales de la ponencia, abordada con la honestidad intelectual que siempre defendió y, mucho más respetable, practicó el conferenciante, con un estilo narrativo característico que bien conocemos sus muchos alumnos (lástima que en sede universitaria hubiéramos de constatar cierto malentendido con la libertad de cátedra y opinión en el posterior uso protocolario de la palabra).

De la ponencia, yo destacaría las siguientes ideas fuerza: el fenómeno de la globalización no ha terminado con las crisis estructurales del sistema capitalista y la que padecemos es una más;  en economía no hay soluciones únicas,  siempre hay posibles alternativas, que son adoptadas por razones de diversa índole por parte de los distintos gobiernos; las decisiones de política económica tienen efectos económicos, sociales y de relaciones internacionales en función de las medidas empleadas y priorización de objetivos (afectan de manera diferenciada a personas, colectivos y países); la forma de gestionar esta crisis internacional ha sido decidida por un solo país de la UE, lo que rompe el imaginario demócrata de los defensores del europeísmo; los atisbos de salida de la crisis son preocupantes en términos de igualdad social; hoy se admite “oficialmente” que las medidas pro-austeridad empleadas han resuelto la recesión, pero no la crisis, y esto lo demuestra el hecho de que se tolere por parte de las instituciones europeas la relajación de los objetivos de déficit y se acuda a la estimulación del crecimiento con fondos públicos europeos.

Para defender la tesis de crisis universitaria, el Prof. Palazuelos parte de la base de que la Universidad, para poder llamarse Universidad, ha de perseguir como finalidad la formación integral, profesional y cultural, del alumno (los mejores profesionales y ciudadanos capaces de opinar y posicionarse); de que la Universidad Pública es necesaria para el desarrollo económico y social de España y para ello ha de garantizarse la igualdad de oportunidades en el acceso a sus aulas y la promoción de la actividad investigadora, defendiendo que actualmente existen incumplimientos en todos estos objetivos, agudizados porque la gestión de la crisis económica ha hecho que se priorice el aspecto de coste presupuestario de la educación universitaria sobre los de calidad y accesibilidad.

Finalizaba la ponencia definiendo su visión teórica de los distintos grados de responsabilidad funcional y actitudinal de los actores que mueven ficha en la institución universitaria: Gobiernos estatal y autonómicos, órganos académicos, profesorado y alumnado. Concluyendo, una conferencia bien construida científicamente desde la honestidad intelectual, dictada por un profesor universitario desde la libertad de cátedra, pero sin pretensión ex cátedra.

http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/penultima-leccion-magistral_863982.html